Corrí, tan rápido como mis piernas me dejaban, busqué la perturbación entre la calma pero no la encontré, en ese momento sentí que algo había cambiado ya no existía el dolor, tampoco los lamentos, mire hacia atrás y ya no estaban ellos... Los había dejado para siempre...
Me ha gustado tu relato...aunque la melancolìa reine entre tus lineas....
ResponderEliminarun saludo
fus
gracias :)
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